Blog de política actual: Análisis y reflexiones sobre política española

miércoles, 26 de agosto de 2020

El Sindicato de Estudiantes se moviliza

Si hace tan solo un par de días hablábamos de una huelga convocada por los sindicatos de CCOO, UGT, CGT Y STEM para los primeros días de la vuelta a cole en Madrid, hoy hablamos de una huelga general convocada por el Sindicato de Estudiantes a nivel nacional.
La portavoz del sindicato, Coral Latorre, ha hecho esta mañana un llamamiento a todos los estudiantes para apoyar esta huelga y exigir que, en palabras de la propia portavoz; "que no se vuelva a repetir el desastre de la educación online del pasado curso y se deje de criminalizar a los jóvenes por los rebrotes y por la situación de la educación" 

El sindicato pide más concretamente a la ministra Isabel Celaá un plan de rescate para la escuela pública.
Y es que, a tan solo un par de días de que dé comienzo el nuevo curso 2020-2021, aún son demasiadas las incógnitas sin resolver para poder volver a empezar con cierta normalidad.


Han sido muchas las críticas hacia la Ministra de Educación Isabel Celaá y el propio Ministerio, reprochándole una falta de entendimiento y preocupación ante la situación que se nos viene a todos encima, además de incluso llegar a dudar de su eficacia. Se señalaba que el Ministerio de Educación delegaría el tema a las CCAA, y estas, a su vez, a los centros escolares, los cuales podrían delegarlo incluso a las propias familias, convirtiéndose en todo un círculo vicioso de no acometer y hacer frente a las responsabilidades desde arriba. Lógicamente el siguiente el pronunciarse sería el Ministerio de Sanidad, que apelará siempre a la responsabilidad individual de los ciudadanos.

Por otro lado, el Ministerio de Universidades, con Manuel Castells como máximo responsable, no se ha dignado a pronunciarse aún sobre la situación. 

Supongo que nos tocará esperar a que entre el mes de septiembre para saber cómo va evolucionando la cosa, a la espera de oír buenas noticias respecto al ámbito educativo y no, única y exclusivamente críticas, reproches y huelgas continuadas exigiendo algo tan básico como un plan de educación que se adapte a las necesidades actuales y que garantice la seguridad de nuestra salud pública. 

 Este problema educativo viene de lejos -desde que empezó el confinamiento-, y es algo que se debería de haber solucionado ya desde hace mucho tiempo, antes incluso de haber dado luz verde a las actividades de ocio, como por ejemplo, el fútbol. 

jueves, 20 de agosto de 2020

Totalitarismo ideológico

España vive hoy día un momento histórico, donde los términos libertad y democracia parecen no estar del todo bien asentados en nuestra sociedad. Esto es relativamente fácil de entender si echamos un vistazo a la historia, y caemos en la cuenta de que venimos de una Dictadura de 40 años. Cuarenta años donde los términos de "Libertad y Democracia" no han sido precisamente los que caracterizaban a la dictadura franquista.

Es por ello, por lo que se suele decir que nuestra democracia es relativamente joven, inmadura, y, si se me permite la observación, débil respecto a otras democracias de nuestro entorno. Quizás sea esta sustancial diferencia por la que nuestra sociedad malinterpreta los términos mencionados anteriormente, confundiéndolos y distorsionando su verdadero significado; llegando, incluso, a entender y/o interpretar todo lo contrario.

 A colación de esto podríamos encajar los últimos episodios de acoso sufridos por la familia del vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra Irene Montero. De ataques generales al partido político, por diferencias ideológicas (tanto las lógicas que devienen del juego parlamentario, como así las derivadas del acoso mediático), hemos pasado al ataque personal y familiar. La cosa ya pasa de castaño a oscuro. Acusaciones vertidas como terrorista y asesino para miembros de la familia, así como manifestaciones en el propio barrio residencial de Pablo Iglesias, suenan a xenofobia ideológica.


Muchos han sido los que han comparado el acoso que vive la familia Iglesias con el acto de desobediencia civil que se tuvo en su momento con Cristina Cifuentes. Acompañado con el #coletasrata, numerosos usuarios de Twitter trataban de amenazar al Vicepresidente tachándolo de cobarde y "quejica".


Pero lo cierto es que, ninguno de los dos actos tiene nada que ver. No podemos asemejar un acto de desobediencia civil y puntual por diferencias ideológicas (sin estar justificado de ninguna de las maneras), con un acto continuado para hacerle la vida imposible a ningún político.

 Numerosos políticos han sido los que han salido a defender tal situación de acoso con el hashtag #tucasaeslamía o #TodosSomosIreneYPablo, entre los que destaca José Luis Ábalos, que ha comentado: "Rebajar la gravedad de lo ocurrido equivale a normalizar la intimidación y el fascismo. Ninguna democracia ampara el hostigamiento por motivos ideológicos".

 Con este artículo no se apoya a ningún partido ni color -esto no es fútbol-, sino simplemente a algo tan importante como es la libertad, la democracia, y el derecho de las personas con responsabilidades políticas a tener una vida privada, lejos del acoso mediático por motivos ideológicos.

 Normalizando estos actos estaríamos normalizando lo que ya una vez fue historia de nuestro país, estaríamos normalizando el totalitarismo ideológico.

 



















miércoles, 19 de agosto de 2020

¿Vuelta al cole?

La vuelta a las aulas en el próximo mes de septiembre es algo que se lleva discutiendo desde que acabó el curso anterior. ¿Cómo será? ¿Volveremos como si no pasase nada? ¿Seguiremos las líneas marcadas una vez empezó el confinamiento, así como las herramientas online como algo prioritario? ¿Se barajan todos los escenarios posibles, incluidos el cierre de los centros educativos? ¿Tan imprescindible es la vuelta de manera presencial? ¿Cómo se verá afectado el futuro docente? ¿La educación virtual es ya un hecho? ¿Se garantiza la seguridad del profesorado y del alunando en las aulas?
Sin duda alguna, son muchas las preguntas y pocas las respuestas. A tan solo tres semanas del comienzo del nuevo curso escolar, podemos decir que, prácticamente, no se sabe nada sobre los protocolos de actuación una vez dé comienzo este.

Lo que si está claro es que, según el Ministerio de Educación, se prioriza la vuelta a las aulas de manera presencial. Este asunto ha creado discrepancias entre las distintas Comunidades Autónomas, que ya han empezado a pronunciarse, y, a pedir, a escasas semanas del comienzo del curso, las instrucciones pertinentes para actuar. Recordemos que el Gobierno tiene prevista una reunión con las distintas Comunidades Autónomas a final de este mes o principio del mes de septiembre.
Pero la pregunta del millón, en mi opinión, sería; ¿Es seguro la vuelta al "cole"?


¿Vuelta al cole?


Como ya se ha dicho en diversos medios de comunicación, como TVE, en boca de profesionales del sector educativo, no existen medidas suficientes que garanticen la seguridad tanto del profesorado como del alumnado en ninguno de los diferentes niveles educativos; desde escuelas infantiles hasta las propias universidades. No existen protocolos de actuación de ningún atipo, al menos, por el momento, dejando todo el peso de la responsabilidad a las propias instituciones y centros de educación, que se ven totalmente sobrepasados ante la situación de incertidumbre que se les viene encima.

Por si fuera poco, el ambiente se calienta con el anuncio de una huelga por parte de los sindicatos de  CC OO, UGT,CGT Y STEM para los primeros días de la vuelta al cole en Madrid, ante la falta de noticias por parte de la propia Comunidad y su Consejería de Educación,  y ante la falta de un plan seguro para profesores y alumnos. Y esto es solo el principio.

Parece que tanto a los alumnos de infantil y primaria, como de la ESO y bachiller, y, como no, alumnos universitarios, les toca acostumbrarse a la situación de incertidumbre durante este nuevo curso escolar. A la espera de noticias positivas y medidas que garanticen la seguridad y salud pública de todos, nos toca, de manera responsable e individual, garantizar la seguridad de todos y la nuestra propia.

Si pudiéramos sacar conclusiones de todo lo referido a la crisis del sector educativo frente al Coronavirus, sin duda alguna, serían las siguientes. Nuestro modelo educativo no está preparado para hacer frente a la situación, y por ello, es de vital importancia aprender de nuestros defectos y aportar cuanto antes soluciones eficaces, que garanticen, no sólo nuestra salud, sino también nuestro nivel académico (que no debería verse afectado). El profesorado, al igual que el alumnado y, como cualquier otro trabajador, debe verse respaldado y apoyado ante esta situación extraordinaria. La educación virtual llega para quedarse, y debería servir a partir de ahora, no sólo como herramienta de apoyo, sino como algo imprescindible.
 Por último, en lo que a seguridad se refiere, nadie nos garantiza el contagio 0, por lo que creo que los pasos que se van a seguir, siendo, desde mi punto de vista, bastante cortos de mira e imprudentes, son el cierre temporal de los centros a medidas que se vayan diagnosticando los diferentes casos de Covid-19. Ya que, como se ha dicho antes, se prioriza, ante todo, el carácter presencial de las aulas.

Por tanto, nos toca a todos vivir, en lo que se refiere al aspecto educativo, una situación de incertidumbre (otra más, por si fuera poco), que, con el tiempo, ya descubriremos cómo acaba. 
Aunque mi pronóstico sea, 0 positivo.











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