Solidaridad frente a Confrontación política.Yo me quedo en casa.

Nos encontramos ante el día tres de cuarentena en España, por la crisis del COVID-19. El Estado de Alarma Nacional, declarado hace tan solo unas horas, ha sacado el lado más solidario de las personas. Hashtags que marcan tendencias como #YoMeQuedoEnMiCasa o #EsteVirusLoParamosUnidos proponen una ola de solidaridad frente a lo que se está viviendo en estos días.

Los héroes de la sanidad pública en Andalucía

En el ámbito político parece ser que, esto de la solidaridad, no se lleva tan bien. Las últimas intervenciones de los políticos, por el momento, hacen ver justo lo contrario. La más destacable, la de Pablo Casado (PP), el cual intervino justo después de la comparecencia de Pedro Sánchez (PSOE) para anunciar el Estado de Alarma. En ella vemos cómo lo único que parece hacer la oposición es insultar, criticar o indignarse, sin mostrar ningún atisbo de apoyo y comprensión. Pero esto no sólo ocurre con la oposición, el Gobierno de la Generalitat ha llegado a decir que el estado de cuarentena es una especie de 155 encubierto.

Parece ser que, en clave de política española, no entendemos otra forma de actuar que no sea a través de la confrontación permanente, como si de una campaña electoral permanente se tratase. En vez de darnos la mano (en estos días, el codo), nos ponemos mil y una trabas. Es por ello que me pregunto cuánto de importante son los ciudadanos para los políticos, más allá de un puñado de votos.

Pero dejando de lado a la política, que en ocasiones llega a ser miserable, querría centrarme en ese sector de la población que cuida de todos nosotros: los sanitarios, que son los que verdaderamente merecen toda nuestra admiración

La ola de conciencia y solidaridad se manifiesta en estos días con gestos como los aplausos multitudinarios de gente anónima asomada a sus balcones. A partir de ahora, todos los días, a una cierta hora (normalmente a las 10 de la noche), todas las personas que permanecemos confinadas en nuestros hogares podremos salir a nuestras terrazas a aplaudir la labor de estos héroes, que son los que salvan nuestras vidas.

La irresponsabilidad de algunos (tomándose este estado de alarma como vacaciones) irá desapareciendo, a la vez (o precisamente por ello) que se van implementando multas, que van desde los 300 a los 6.000 euros, por poner en riesgo la salud de las demás personas.

Nos va a tocar vivir semanas muy duras, lejos de algunos de nuestros familiares, seres queridos y amigos. La espera valdrá la pena, ya que quedándonos en casa estamos cooperando, siendo solidarios, cívicos, a la vez que nos protegemos y hacemos de la lucha contra el virus una causa común. Por todo ello, #YoMeQuedoEnMiCasa y #EsteVirusLoParamosUnidos.