Una Moción de Censura histórica
Sin duda alguna, la noticia más relevante de este mes, más allá de la pésima gestión de la comunidad de Madrid de la pandemia, con Isabel Díaz Ayuso al frente, así como algún que otro escándalo por ocultación de bienes, como el chalet "opaco" de Abascal, es la Moción de Censura protagonizada por el partido Vox.
Es la 5ª moción que se da en nuestro país, pasando esta a la historia, pero, no por su significado, sino por su fracaso.
La moción se ha convertido en la que menos apoyos históricos ha conseguido hasta ahora. Tan sólo votando a favor los 52 diputados con los que cuenta Vox, y 298 en contra. Un fracaso rotundo.
El debate anterior a la votación de a favor o en contra de la moción en el Congreso-el día antes- en resumidas cuentas, podríamos decir que tuvo un tono muy bronco, marcado por los insultos, desprecios, descalificaciones y todo tipo de comentarios llenos de odio que aludían en numerosas ocasiones a "lo bien que se vivía en al régimen franquista"; eso a lo que tanto nos tiene acostumbrado el partido liderado por Abascal.
El partido de extrema derecha no se cortó ni un pelo en lo que pretendía con esta moción de censura. La prohibición de partidos políticos y medios de comunicación que les disgusta, acabar con las comunidades autónomas, la expulsión de inmigrantes... así como algo que me sorprendió como la limitación si hiciera falta de la nacionalidad española a todo aquel que fuese en contra de la monarquía y de los intereses del estado español-los intereses vistos a ojos de Vox claro está-.
Intervenciones en las que no escuchamos otra cosa que no fuese inmigrantes, ETA, terroristas, independentistas, comunistas, criminales, traficantes, dictadura progre... y bueno, ¿lo de siempre no? Pero ni una, tan siquiera ni una sola propuesta que hiciese referencia a la situación actual de la pandemia, que hablase de sanidad, educación o cualquier otra cosa por el bien de la patria que tanto dicen amar.
Durante las distintas intervenciones la gran mayoría de los partidos políticos confirmaron su "no" rotundo a apoyar esta moción de censura, a excepción del PP, que hasta hoy mismo por la mañana no se había pronunciado. ¡Y de qué manera! Las palabras de Casado han dejado a todos, en palabras de Abascal "absolutamente perplejo". Si el PP no desvelaba su respuesta era por algo, y ese algo lo vimos en la intervención de Casado, quien ha confirmado: "es la hora de poner las cartas sobre la mesa, hasta aquí hemos llegado", dando toda una lección de moderación y democracia en el pleno del Congreso que parece que ya se había perdido en el PP. El Partido Popular ya iba avisando en pequeñas comparecencias de lo absurdo de esta moción de censura, pero el discurso que ha protagonizado Pablo Casado, además de sorprendernos, nos demuestras que aún sigue vivo esa parte de la derecha moderada que claramente se desmarca de lo que representa un partido como Vox.
El discurso ofrecido por el líder de la oposición ha recibido elogios de todos los diputados, siendo el primero el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que además de alabarlo, le advierte de que esta estrategia política debería haberla tomado mucho antes de crear al monstruo que ahora es Vox, y que, ahora, puede que sea tarde para librarse de la lacra y contaminación que supone un partido como Vox en las filas del PP a la hora de gobernar en coalición en territorios como Murcia o Andalucía-donde ya se han paralizado las negociaciones por el clima generado tras la moción-. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su parte, le ha felicitado y le ha "estrechado la mano" hacia un nuevo proyecto democrático en conjunto, aparcando la renovación de jueces para un pacto común donde el PP se convierta en una verdadera oposición moderada, lejos de los extremos, apoyando al Gobierno en cuestión.
Con todo esto, el Congreso rechaza la vía del odio y la crispación, apostando por la moderación y el compromiso de todos, donde el PP y Cs se desmarcan de Vox, dejándolo sólo, con sus 52 escaños inservibles. Parece que poco a poco, la derecha moderada va apareciendo y, la extrema derecha, desapareciendo.
Es momento de avanzar como país, todos juntos, dejando a un lado las diferencias ideológicas y sacando la verdadera bandera que nos representa a todos en estos momentos difíciles, el uniforme de los sanitarios. Recuperemos estos dos días perdidos, que más que como perdidos, sirvan para unirnos a todos los españoles un poco más, abandonando el pasado, ese pasado que parece que muchos son incapaces de olvidar.
Puede ser una moción histórica, que pareciera en un principio que iba a dividirnos y que, finalmente, lo que haga-siendo contrarias las pretensiones de Vox- se unirnos a todos aún más.
Porque España es un país diverso y plural, donde caben todos, no sólo unos pocos. Y eso es lo que verdaderamente se ha votado hoy en el Congreso. Una España que progresa y no se estanca en el pasado.
